Cómo afrontar el período de adaptación a la guardería
Acaba de dar comienzo el curso escolar en la gran mayoría de las comunidades autónomas, para muchos el pensamiento que se nos viene a la cabeza es: Cómo afrontar el período de adaptación a la guardería.
Volvemos a la rutina, colegio, comedor, extraescolares… pero lo que para nosotros es un pequeño descanso, para muchos niños es el comienzo de una nueva etapa en su vida.
Para los niños que van por primera vez a la guarde o al colegio es una época de transición muy importante en sus vidas, con muchos cambios, nuevos amigos, rutinas, horario y todo eso lleva su tiempo.
Llega el primer día, y tu hijo pequeño cuando llega a la puerta del cole empieza a llorar, a agarrarse a tu pierna, patalear, tirarse al suelo…y piensas, ¿y ahora qué hago?
Alguno de esos niños, quizá haya ido anteriormente a ese colegio de visita, porque es el de sus hermanos mayores y está acostumbrado a recogerlos, pero, cuando es a él al que le toca quedarse y no irse con sus padres diciendo adiós, la cosa cambia… y mucho.
Cuál es el período de adaptación escolar
En la gran mayoría de colegios existe un período de adaptación escolar, y los niños van gradualmente asistiendo a clase durante la primera semana.
Y es que es importante saber cómo afrontar el período de adaptación a la guardería. El primer día un par de horas, el segundo también, el tercero se incrementa un poco y quizá el cuarto ya se queden toda la jornada escolar.
A este período de adaptación se le llama en algunos colegios, “el año de adaptación” el cual tiene padres a favor, y padres en contra.
Muchas veces no es fácil compaginar el horario especial del colegio con el horario laboral, y pueden surgir desavenencias con el centro.
En cualquier caso, vamos a intentar que este proceso adaptativo en nuestros hijos sea lo más llevadero posible, tanto para ellos como para nosotros.
Porque ¡ojo! sin duda son muchos los padres a los que les cuesta decir “Hasta luego cariño” en la puerta de su clase.
Consejos para facilitar la adaptación
- En primer lugar, hay que normalizar la situación adaptando al niño gradualmente a los cambios . Es una situación nueva en su vida pero que forma parte de su desarrollo.
- Hablarle de los amigos que va a conocer nuevos, quizá alguno sea de la misma guardería en la que ha estado. Contarle también qué actividades van a hacer.
- No hay que tener prisa ni agobios. Cada niño es un mundo y tiene una adaptación diferente. Para un niño sociable quizá sea más fácil, pero uno que es tímido esta nueva situación.
- A la hora de la despedida en la puerta del colegio, hacerlo corto con una sonrisa y que te vea bien, sin nervios. Tiene que tener claro que en un ratito volveréis a por él.
- Para que el niño o la niña no se sienta solo, mete en su mochila ese elemento que tanto le gusta y acompaña, como una gasita, mantita o su muñeco preferido.
Finalmente, acordaros que el niño va a estar bien con su seño y sus nuevos amigos, muchas veces somos nosotros mismos los que lo pasamos peor que ellos imaginándonos que está llorando o triste.